1. Combina un estampado grande con otro más chico.
La idea es elegir dos estampados donde uno de ellos sea más predominante (grande) que el otro.
Al combinar un estampado más grande con otro más chico se logra el equilibrio, complementándose entre sí.



2. Elige estampados con la misma paleta de colores.
Elige dos estampados que aunque sean diseños muy distintos tengan por lo menos un color en común. No es necesario que sea exactamente el mismo color pero sí de la misma tonalidad.
Esto ayudará a que haya un patrón común entre los dos y que no choquen entre sí.

3. Incorpora una prenda neutra para separar.
Cuando en un mismo outfit combinamos dos estampados distintos es recomendable incluir una tercera prenda que ayude a dar un descanso visual.
Esta tercera prenda lo ideal es que sea lo más neutra posible.

