¿Qué es?
La exfoliación es el proceso de quitar las células muertas de la capa más superficial de la piel, logrando una piel más limpia, suave, luminosa y uniforme.
Este proceso ayuda a quitar manchas superficiales, a oxigenar la piel y permite que los productos hidratantes que apliquemos después penetren mejor.
Se recomienda hacer este proceso 1 vez a la semana en pieles normales a grasas y 1 vez cada 15 días en pieles que son más secas y sensibles.
¡La exfoliación siempre debe hacerse de noche!
Un exfoliante nunca debe irritar la piel, por lo mismo, hay que elegir aquellos que sean suaves, sobre todo quienes tienen piel sensible.
Importante: No se recomienda la exfoliación en pieles con rosácea.

¿Cómo exfoliar?
Primero limpia tu piel con tu limpiador habitual y luego con la piel húmeda aplica el exfoliante correspondiente a tu tipo de piel realizando suaves movimientos circulares evitando la zona del contorno de los ojos.
Luego enjuaga con agua fría para cerrar los poros y continúa con tu rutina de hidratación.